«Mírate tristeza roja,

limpia tus alas de barro,

sacúdete la soledad,

¡y ríete en medio del llanto!

 

Despójate de esa tristeza,

abre tu mente, borra  barreras,

y deja que tus ojos lloren,

que se vacíe tu alma de penas.

 

Tú que naciste mujer y diosa,

roja, fértil y hermosa.

Tú que tienes el poder del todo,

cierra los ojos, y piensa.

 

No te veas en el futuro,

no te observes cuando eras,

borra las cicatrices mustias

e inciertas…

 

¡Qué vivir es una mentira al viento!

y nada es seguro en esta tierra…

Respira solo del presente,

y suda todo lo que te hiera.

 

Déjate emprender el vuelo,

y perdónate tus pecados.

 

Dama reflejo de río,

espíritu de acantilado,

que no te quiten las ganas,

que no te roben los años.

 

Levanta la cabeza y anda,

demuéstrales que están equivocados…

 

Muchas batallas hablan de ti,

y muchas victorias sellaron tus pasos…

 

¡Suelta tu melena al viento!

y vuelve a cabalgar en tu caballo.

Pinta con tu voz el paisaje,

y suéñate, junto a tu amado»


		<p>Tristeza roja</p>

Tristeza roja